Desde la Asociación de Archiveros y Gestores de Documentos del Principado de Asturias (AAPA) entendemos que difícilmente podrán obtener conclusiones acertadas si, a juzgar por la mesa del 6 de abril, piensan en los archivos al mismo nivel que los museos. Si el interés era museístico (como parece haber sido), no tiene sentido titular "Museos y archivos, coordinación de la oferta" porque la realidad, objetivos y competencias se diferencian notablemente de unos a otros, y por extensión, "su oferta".
Lo denunciamos hace unos meses y volvemos a insistir en ello: mejor harían los políticos ovetenses preocupándose por la situación de su archivo municipal, tanto en su calidad de garante del patrimonio histórico documental de la ciudad de Oviedo como de los derechos democráticos de los y las ovetenses. La indiferencia parece ser el denominador común entre las pasadas y la presente Corporación municipal, cuánto más hilarante cuando aspectos como la transparencia, la participación y la transformación dicen marcar la hoja de ruta del gobierno local.
Los archivos custodian documentos históricos de gran valor, pero no se equivoquen: no son museos. Su finalidad no es exhibir, ni ser un referente cultural, sino dar un verdadero servicio a la sociedad en ejercicio de sus derechos democráticos, permitiendo el acceso a la información pública no como elemento estético o en calidad de coleccionista, sino en el ejercicio de derechos de primer orden para la participación activa de las personas en la vida pública de la ciudad.
En el caso del Archivo Municipal de Oviedo, un archivo que pese a sus múltiples deficiencias estructurales, repetidamente olvidadas por los políticos de esta ciudad, es un referente gracias a la implicación y la calidad del trabajo realizado por las profesionales que ha tenido al frente. Sin instalaciones y sin apenas medios personales ni materiales, pero con el mejor de los reconocimientos posibles: el de una ciudadanía que lo tiene más claro que sus gobernantes, que siempre ha tenido presente al archivo municipal y no como elemento fetiche de la ciudad, sino dándole vida integrándolo en su día a día. Vecinos y vecinas, estudiantes, asociaciones, colectivos profesionales, empleados públicos, etc. recurren a diario al archivo municipal para acceder a información para sus trámites, para ejercer sus derechos ante otras administraciones, ante terceros o para sus propias indagaciones, ya sean estas por propio disfrute, para conocer la historia local, familiar o empresarial.
Mejor harían pues, los políticos de esta ciudad escuchando y observando a esa ciudadanía y profesionales, en lugar de buscar referentes que viven ajenos a ella. Creemos profundamente que la clave de la mejora reside precisamente ahí.
Oviedo, viernes 7 de abril de 2017
Comité Ejecutivo de la AAPA
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